El padre Rogelio Alcántara, director de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Arquidiócesis de México responde con un enfático “no” si se hace cómo lo hacían los antiguos mexicas. No obstante, la respuesta cambia a un “sí”, siempre y cuando le demos a esta conmemoración una connotación auténticamente cristiana.
“Puedo recordar a través de un ‘altar de muertos’ que puedo hacer por mis difuntos una gran obra de misericordia: orar a Dios Trino por la salvación de estos; hacer una confesión y participar en la Santa Misa, para ganar por ellos la indulgencia plenaria, etcétera”.
“Así, un altar de muertos daría mucho fruto y estaría muy lejos de la distorsión que de esta conmemoración ha hecho el Halloween, que se ha desvirtuado hasta llegar a ser una invocación a los demonios”, finalizó.